jueves, 22 de abril de 2010

Qué tengo para dar?

Los quehaceres del diario, la tensión del trabajo y tal vez algo de vagancia han contribuido para que no añada entradas a este blog desde hace algún tiempo. Hoy amanecí nostálgica de mi segunda tierra y buscando entre los recuerdos encontré las siguientes imágenes que quiero compartir con ustedes.
Son muy pocas las veces que se logra captar la dulce sonrisa de un niño en estos lugares. Muchas veces en la mirada de estos niños se refleja la angustia y el dolor que a tan temprana edad han logrado experimentar. En ésta sonrisa se pueden ver tantas cosas que no hacen falta palabras para describirlo…


 Lorena siempre logra conmover la fibra más sensible de mi corazón. La primera vez que la vi no se podía poner en pie debido a una condición que lleva desde su nacimiento. Esa cruz la carga consigo desde que sus ojos vieron la luz por vez primera. Cuando la conocí me llamó la atención la forma tan atenta con que observaba al joven Claudio que les llevaba la Palabra en forma de cuento, la veía aplaudir con los cánticos y hasta de vez en cuando dejaba escapar una dulce sonrisa que me mostraba que dentro de ese cuerpecito frágil y sufrido hay un ángel que disfruta de lo poquito que le podamos dar.

En la mente de Lorena de seguro corren pensamientos de aprobación y gozo al sentir el amor de cada uno de los hermanos que la van a ver. Por la mente de cualquier ser humano puede pasar la incógnita de porque éste ángel de Dios se encuentra e ésta condición. Yo por mi parte reconozco que aunque es duro verla así… algún propósito tiene Dios con su vida.





 


 


 


 


 


 


 


 


 


 






 

1 comentario:

Anónimo dijo...
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